Slow- She's burnin' in your soul
With whispers in your ear
It's okay I'll give it anyway
Just get me out of here
You'll plead- you'll get down on your knees
For just another taste
And when you think she's let you in
That's when she fades away
Kings of Leon – Molly´s chambers
Cierra los ojos para perderse en la multitud. Cierra los ojos como si entre el pedal de la batería y la transpiración del pibe que tiene al lado no hubiese nadie más que ella. Los que saben de esto dicen que se trata de un síntoma previo a la autoflagelación. Lo que sigue a cerrar los ojos en un recital y sentirse bien por eso, afirman los que saben, es comerse las uñas, sonarse los huesos de las manos, quitarse todos los pelos encarnados de una sola vez, hurgarse la nariz hasta hacérsela sangrar, cortarse con el cuchillo mientras se cocina, comprarse corpiños con arcos incómodos, perforarse la oreja a una misma, anotarse en un equipo de rugby, dormir sin taparse en otoño, coquetear con el compañero más desagradable del trabajo, golpearse la cabeza contra la pared, mamarse bochornosamente todos los fines de semana, patear descalza el borde de una mesita de luz, dejarse apoyar en los transportes públicos, mirar un punto fijo hasta quedarse bizca (para siempre), dejar de tener sexo, no comer más y constiparse hasta ser intervenida quirúrgicamente, hacerle una paja al portero, cortase las venas, ahorcarse y morir. En ese orden.
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